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Amenazas, puras amenazas
16 octubre 2015 Hemos leído en las últimas semanas que Red Bull Racing no ha parado de amenazar a la FIA, Ecclestone y aficionados, de que si ellos no pueden ganar se retirarán de la Fórmula 1, pero es mi opinión que eso no sucederá, al menos en los próximos 2 o tres años.

La razón es muy simple, el equipo firmó el Pacto de la Concordia de 2013 y este se acaba en 2020.

Este pequeño e insignificante pedazo de papel pone las reglas comerciales de la Fórmula 1 entre Bernie Ecclestone y los equipos, por el cual estos últimos se quedan con el 50% del dinero recaudado por venta de patrocinios globales, Paddock Club, extorsiones a promotores de pistas, etc., el cual luego se reparte a los equipos según su peso en la F1 y su suma de puntos al final del año.

Salirse del Pacto de la Concordia conlleva una buena multa.

Red Bull fundó su equipo de F1 en 2005 tras comprar los restos de Jaguar, que antes fue Stewart, y para 2010 ya eran Campeones de Constructores, hazaña que repitieron los siguientes tres años.

Pero desde 2014 las cosas no han salido bien, justo en el año del cambio a los motores turbo que tanto gustan a los aficionados.

Su proveedor de motores Renault no pudo igualar lo presentado por Mercedes y Ferrari en sus unidades de potencia y de la noche a la mañana un equipo que no tenía rival pasó a pelear con la chusma de media parrilla.

A todos nos encantaría ver a Red Bull dando batalla contra Mercedes, pero nos gustaría todavía más verlos trabajar y hablar menos.

Fórmula 1 no es para los débiles y si el compromiso de Red Bull es real con el deporte y los aficionados, lo único que logra su actual postura es lastimar, principalmente a su socio Renault que el año entrante regresa como dueño de equipo y que seguramente no quiere continuar con motores de tercera.

Lo anterior abre una cuestión interesante, Renault tendrá primera mano en quedarse con los mejores motores, igualito a lo que hacen Mercedes y Ferrari y por desgracia Honda está amarrado con McLaren y tendremos que esperar bastante tiempo para pensar que pueden ganar una carrera.

Eso deja a Red Bull muy desprotegido para el futuro y esa es la razón real de su berrinche, pero al ser un equipo relativamente nuevo en F1 se les olvida que las cosas no se mantienen constantes en la Máxima Categoría y deberían trabajar en meter un motorista nuevo a la serie en un plan similar como están McLaren y Honda, o fácil, empujar a la FIA a cambiar las reglas como varios equipos lo han logrado en el pasado gracias a su poder mediático, algo en lo que la marca de Toro Rojo siempre ha llevado la delantera en todo lo que toca.

Suena a que la estrategia de Red Bull es la segunda de las dos opciones que presentamos, pero ya se les pasó la mano y como estarán en la parrilla de salida en Melbourne en 2016 y seguramente también en 2017, lo mejor es que trabajen más duro para destronar a Mercedes, la verdad urge, incluso la TV ya se aburrió de pasarlos.
 
 
 
 
   
 
 
 
 

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