|
| |
Hyundai i20, de la calle a monstruo ganador en WRC
16 junio 2020
Miralo bien y son el mismo. Es cierto que hay que cavar muy hondo, pero el World Rally Car i20 de Hyundai saca su linaje del mismo i20 Coupe que vas días a día y salen de la misma línea de producción.
Sin embargo, ahí es donde terminan las similitudes. A menos que cuentes el hecho de que ambos tienen seis marchas, tres puertas y una rueda en cada esquina.
Uno alcanza los 100 km/h en 10 segundos y ofrece comodidad con aire acondicionado y posavasos. El otro utiliza el doble de ruedas motrices y el triple de potencia para alcanzar la misma velocidad en menos de cuatro segundos.
¿Cuál es la diferencia? Empecemos desde abajo y vayamos subiendo.
Los neumáticos sobre los que se asienta el i20 WRC están hechos a medida y se cambian cada 80 km. La suspensión del coche ganador del título mundial del año pasado está diseñada no sólo para absorber cada bache y aterrizar cada salto, sino también para ser lo suficientemente sutil como para mantener las ruedas (que son más grandes en el coche de rallyes) en contacto con el suelo, mejorando así la tracción y avanzar.
La suspensión es ajustable en términos de rebote, mientras que la altura de marcha del coche también puede ajustarse para tramos especialmente rotos.
Debajo del coche, hay mucha protección con placas de acero que van de adelante hacia atrás para proteger el motor y la transmisión.
La cubierta de acero está despojada de materiales para aislar el ruido y de comodidades como manetas de puertas y elevalunas. Las ventanas laterales de plástico son correderas, no se abren, y un lazo hace de tirador de la puerta para cerrarla.
Los paneles de acero seleccionados se sacan y reemplazados por fibra de carbono, mientras que una jaula rodante de varios puntos es soldada. Los asientos hechos a medida están equipados para el piloto y el copiloto con arneses de estilo avión de combate que fijan a la tripulación en su lugar.
Cualquier tipo de salpicadero reconocible ha desaparecido para los campeones del mundo Ott Tänak y Martin Järveoja. En su lugar, tienen una única pantalla digital que se desplaza por los menús y listas que detallan los datos vitales del coche de la forma en que tú o yo nos desplazamos por Spotify. Por delante del piloto, hay una pantalla más pequeña que cambia entre las secciones de enlace y tramos especiales.
En el modo de tramo, la pantalla muestra un número que hace referencia a la marcha que se está utilizando en ese momento, un indicador de cambio de marcha que es un número creciente de luces que indican al piloto cuándo debe cambiar a la siguiente relación. El modo enlace ofrece detalles más cotidianos como la velocidad actual y la hora.
Detrás de la piel, una caja de cambios manual de seis velocidades es reemplazada por una secuencial de seis velocidades operada por una palanca de cambios montada en la columna de dirección. Los 380 CV se disparan a las cuatro ruedas mediante diferenciales mecánicos delanteros y traseros y uno electrohidráulico inteligente en el centro.
El motor de carretera de un litro se sustituye por una unidad de inyección directa turboalimentada de 1600 cc a medida que produce un sensacional par de 450 Nm a 5500 rpm. Sorprendentemente, en términos de velocidad máxima, probablemente no haya una gran diferencia entre los dos coches. La versión de carretera alcanzará los 190 km/h, que es más o menos lo que alcanzará el coche de rallyes. La diferencia es que el coche de rallyes también tomará las curvas a esa velocidad...
Desde fuera, la diferencia más obvia es la multitud de alerones y divisores spoilers que brotan del WRC i20. Estos vienen tanto con la moda como con las características. Hacen que la versión de rallyes parezca el coche más guay del mundo, ayudan a mantener frescos los componentes clave y proporcionan serios niveles de carga aerodinámica para mantener el coche en la carretera y aumentar las velocidades en las curvas hasta niveles que hacen que se te salgan los ojos.
|
|
| |
|
|
|
|
