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Duelo por el título ¿podrá el aspirante derrotar al maestro?
17 noviembre 2021
Hace doce meses todo era diferente. Todo lo contrario. El cazador se ha convertido en el cazado.
Algunas cosas siguen igual. Son de nuevo Sébastien Ogier y Elfyn Evans. Tienen el mismo objetivo: el Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA. Pero este año llegan con las opciones inversas.
El año pasado, por estas fechas, Evans estaba en cabeza con 14 puntos de ventaja sobre Ogier ante la prueba final de la temporada. Ahora, el francés parece más fuerte que nunca, con una ventaja de 17 puntos a falta de una cita. Seguramente le espera un octavo título el domingo por la tarde.
No te dejes engañar. Este es un deporte que ha pasado por algunos de los capítulos finales más asombrosos y mientras las tripulaciones se dirigen a las montañas de Milán en el FORUM8 ACI Rallye de Monza, nadie da nada por sentado.
Hablando con ambos pilotos, compañeros de equipo en Toyota Gazoo Racing, tras el test previo a la cita de Italia, hay dos cosas que se hacen muy evidentes rápidamente.
La primera es el estado de ánimo totalmente relajado de Ogier; es un hombre muy a gusto con el lugar en el que se encuentra ahora. Esta semana es la culminación de su última temporada completa en el WRC y, después de 13 años en lo más alto, está listo para un descanso y para pasar un tiempo en familia.
Ogier ha estado ahí, lo ha visto y lo ha hecho. Y lo ha hecho una y otra vez. ¿Quiere el título de este año? Por supuesto que sí.
Bajo esa apariencia más relajada late el corazón de uno de los competidores más feroces del WRC. Cuando cierre la puerta de su Yaris World Rally Car al comienzo del primer tramo del viernes, tiene un objetivo: terminar su carrera con ocho estrellas junto a su nombre.
Tal es la serenidad que le rodea ahora mismo, que admite que necesita entrar en el ambiente de los rallyes para aumentar la presión y ofrecer el estado de ánimo necesario para terminar el trabajo y una carrera a tiempo completo en lo más alto.
La segunda obviedad es el planteamiento de Evans. Llegará al primer tramo con el Toyota hermano precisamente de la misma manera equilibrada que el año pasado. No hubo histrionismo como favorito en 2020 y no va a hacer un canto y baile sobre sus posibilidades esta vez.
Evans no es de los que hacen predicciones extravagantes. En su mente, el galés se ha convencido a sí mismo de que una desventaja de 17 puntos ha hecho que este sea un rallye más. Según él mismo admite, eso no es malo.
Un problema con la caja de cambios en Grecia hizo mella en sus opciones al título, pero una victoria en Finlandia y un segundo puesto en España redujeron la diferencia con Ogier de 44 a 17 puntos. Esto resucitó las esperanzas de un tercer campeón británico que siguiera a Colin McRae y 20 años después a Richard Burns.
Esas esperanzas son para la gente de casa. Evans saldrá adelante y hará su trabajo lo mejor posible. Si eso es suficiente y la fortuna le favorece en los próximos días, que así sea. Si no, empezará de nuevo en el lado francés de los Alpes en un par de meses.
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