El Autódromo di Monza acoge el próximo fin de semana el Gran Premio de Italia, decima segunda cita de la temporada de la Formula 1 este 2015, en donde después de su podio en el Gran Premio de Hungría y del cuarto puesto en el Gran Premio de Bélgica, la escudería Red Bull F1 Team llega en buen estado de forma al conocido templo de la velocidad, caracterizado por sus largas rectas y por contar con la máxima velocidad en pista, por lo que el trazado italiano se presenta complicado para la escudería de Milton Keynes, ya que tendrá que confiar en la potencia del motor Renault.

"La pista de Monza es mi circuito favorito, cada curva simplemente te proporciona la sensación de que estás haciendo algo especial. Lesmo I y II, Ascari y cada curva. Bueno, por desgracia, cambiaron un poco la zona de la Parabolica, y los cambios en esa zona marcan la diferencia y ya no es la misma experiencia. Aún has de empujar mucho y se sigue requiriendo mucha técnica, pero el problema es que, si cometes un error, no pasa nada. No es lo mismo pero, en general, el circuito sigue siendo increíble. Ha sido una pista importante para mí en el pasado, y me encanta”, comento Daniil Kvyat

“Viví en Italia durante ocho años y aún sigo viviendo muy cerca de Monza, ya que estoy en Lugano, Suiza, por lo que estoy como a media hora en coche. Probablemente iré a Monza el jueves por la mañana porque estoy muy cerca, pero una vez que comience el fin de semana, no me arriesgaré tanto, debido al tráfico. De cualquier forma, me encanta Italia, me encanta estar allí y para mí, es como mi segunda casa", explico el joven piloto ruso.

Por su parte el piloto australiano Daniel Ricciardo comento lo siguiente: "Este es el único circuito en el que esperas pilotar bajo destellos. Tuvimos eso en la vuelta de calentamiento del año pasado, una nube enorme de humo rojo en la segunda Lesmo. Los aficionados italianos son apasionados, y realmente puedes sentir el ambiente. El drivers parade es especial, ya que todos estarán allí sin sus camisetas chillando Forza Ferrari”.

“Es divertido y es una carrera menos dura a nivel físico, porque si necesitas un respiro, hay muchas largas rectas en las que puedes tranquilizarte, de hecho, puede ser un problema, porque no es un circuito en el que quieras perder la concentración. Hay zonas de frenada muy duras a alta velocidad y no puedes permitirte bloquear neumáticos o perder tiempo frenando demasiado pronto”, indico el piloto australiano.

“Encontrar la buena frenada es un gran problema desde que hicieron los pianos de la chicane demasiado anchos como para saltarlos con un Formula 1. Desde entonces, sí, frenar se ha convertido en algo muy difícil en Monza. Es muy complicado hacerlo de forma adecuada. Llegas a la primera chicane a máxima velocidad y has de frenar en la que probablemente sea la curva más dura en la categoría, donde apenas hay aerodinámica. El coche empieza a patinar y la cosa se complica mucho, así que frenar bien es clave", finalizo Ricciardo.