El piloto alemán Nico Rosberg de la escudería Mercedes F1 Team debe esperar unos días más para saber si va a necesitar el uso de un nuevo motor para el Gran Premio de Singapur, esto después de sus problemas en el Circuito de Monza el día de ayer domingo, en donde Mercedes eligió utilizar todos sus tokens del motor para la actualización de su unidad de energía en Monza, ya que observó que podría ayudarle en el trabajo de desarrollo temprano para la siguiente campaña del 2016.

Sin embargo, un problema del sistema de refrigeración de la unidad de potencia de Rosberg causó un problema en la práctica final y se vio obligado a volver a la especificación del motor anterior, siendo que esa unidad luego falló en los últimos giros de la carrera, por lo que Toto Wolff, jefe de Mercedes, indico a los medios de comunicación que el motor ahora sería investigado en su sede en Brixworth para averiguar si puede ser utilizado de nuevo, si no, Rosberg tendrá que cambiar a su cuarta unidad de potencia para Singapur.

"No sabemos todavía si está dañado de forma terminal y para hacer el punto, no fue una falla específica del motor que tuvimos fue una fuga en el sistema de enfriamiento que dio lugar a que el motor falle", explico Wolff, que cuando se le preguntó si había habido alguna advertencia temprana antes del fallo de Rosberg, indico al respecto: "El motor estaba en su sexta carrera, así que no estaba muy alto en kilometraje, por lo que no nos dieron ninguna advertencia”.

Aunque la situación del motor no era ideal para Mercedes, Wolff aseguro que su estrategia de actualización era esencial para que haga el progreso que quiere para 2016. "Optamos por la cuarta fase del motor porque queremos entender si la dirección del desarrollo es la correcta para la siguiente campaña. Fue un poco arriesgado, ya vimos lo que pasó con Nico y el resultado de ese motor. Pero este es un campeonato muy competitivo. El año siguiente siempre lo será más que el anterior, por lo que siempre hay que ir un paso adelante", finalizo Toto.